miércoles, 28 de julio de 2010

RADIO ABIERTA 25-7-10. CONTENIDOS



PROSTITUCIÓN: EL CLIENTE ES PROSTITUYENTE

Creemos que es necesario desenmascarar el funcionamiento supuestamente igualitario de la sociedad patriarcal a la cual pertenecemos y queremos cambiar.
En la distribución de roles a las mujeres se les otorgan básicamente dos. En los dos se encuentra en una situación de sometimiento . El varón tiene derecho al uso de la mujer en ambos roles.
1)La madre, esposa, pura, destinada a la procreación y protegida en la institución matrimonial
2)La puta, que funciona como válvula de escape para salvaguardar a la familia y al matrimonio del instinto irrefrenable del varón que de no ser por ellas andaría desesperado por las calles violando gente. Este es el mito que la justifica y sobre el que queremos hablar.
En ésta relación el cliente se encuentra en una posición narcisista de poder. Por el solo hecho de pagar con dinero, regalos o favores se coloca el hombre en una situación de superioridad, con supuesto derecho a ejercer todos los actos vejatorios que desee, a que todos sus deseos sean satisfechos. Se da por descontado que la mujer debe estar en función de “satisfacer esa necesidad” y “deseosa de hacerlo” sin que se tome en cuenta su propio deseo. Es una esclava sexual.
Los clientes son tipos como cualquier otro: abogados, policías, empresarios, productores, trabajadores, políticos. Señores de cuatro por cuatro y muchachos de bicicleta. Casados y solteros. Son jóvenes y viejos. Varones sobre los que no cae ningún juicio social. Son considerados como simples clientes que usan el servicio más viejo del mundo. Pero la realidad es que son abusadores por plata, prostituyentes, esclavistas.
Queda claro que la prostitución es abuso. La mujer nunca la elije libremente. Llega a veces para no morir de hambre, otras porque se la convenció de que es “para lo único que sirve”, o bajo amenaza, o por manipulación, o por secuestro o por mandato inconsciente.
No se puede hablar de prostitución como trabajo porque lo que está en venta es la persona misma de la mujer prostituida y eso es esclavitud no trabajo.
En algunos casos los prostituyentes no pretenden una aproximación sexual sino poder relatar cosas que lo desbordan, colocando a la mujer en la obligación de tolerar todo tipo de relatos o presenciar acciones realizadas por ellos mismos las cuales son normalmente angustiantes y perturbadoras.
La prostitución es violencia contra las mujeres. Es una demostración de la desigualdad jerárquica entre hombres y mujeres. Sin Demanda no habría mujeres prostituidas.
Basta de prostitución!!!



¿POR QUÉ NOS MATAN? NOS MATAN POR SER MUJERES

Nos matan desde los inicios de la sociedad humana, desde que quisimos construir un mundo sin jerarquías, sin la supremacía de las guerras -génesis contra natura de los pactos de convivencia pacífica-.
Nos matan desde que nos pusimos de pié e intentamos proclamar una igualdad que nunca hemos alcanzado hasta ahora.
Nos matan en un presente perpetuo por la fuerza bruta cuando, aún defendiéndonos en ese acto final, no podemos evitar que nos arrojen por una ventana, nos estrangulen, nos atropellen por la calle, nos den una cuchillada, un balazo o un golpe preciso.
Nos matan simbólicamente millones de veces en una vida cuando violan y vejan nuestro cuerpo o nos maltratan física y psicológicamente.
Cuando abusan sexualmente padres o extraños siendo niñas.
Nos matan cuando nos venden como esclavas sexuales, nos obligan a ejercer la prostitución o a ser objeto de la pornografía.
Nos matan cuando nos desplazan en las guerras, nos secuestran para enrolarnos en los ejércitos o nos violan sistemáticamente los distintos bandos que participan en conflictos armados.
Nos matan cuando mutilan nuestros clítoris, nos obligan a engendrar hijos o a parirlos o nos someten a una heterosexualidad forzada.
Nos matan cuando nos acosan sexualmente en el trabajo, nos pagan menos que a los hombres por igual desempeño o no reconocen nuestras tareas de amas de casa como una labor remunerada.
Nos matan cuando a las campesinas nos prohíben ejercer nuestro derecho a poseer la tierra o no nos dejan heredarla.
Nos matan cuando no nos permiten ir a la escuela o a la universidad. O nos suprimen sutilmente la posibilidad de estudiar ciertos tipos de carreras.
Nos matan cuando no nos dejan acceder a puestos de poder en la política, las fábricas, las empresas, los medios de comunicación.
Nos matan desde el estado cuando minimizan estas y otras tantas prácticas femicidas.
Nos matan desde la tiranía del lenguaje, que, en su genérico, nos subsume al masculino y así, hombres y mujeres son hombres, a fin de cuentas las mujeres empezamos a ser invisibles en el lenguaje.
Nos matan cuando colonizan nuestros cuerpos con finitos y fracasados discursos del poder o con la hegemonía androcéntrica de las ideologías.
Graciela Atencio (periodista mexicana)



CONSEJOS PARA EL BUEN AMAR

El hombre que me ame
No querrá ponerme como una mercancía
Ni exhibirme como un trofeo de caza,
Sabrá estar a mi lado
Con el mismo amor
Con que yo estaré al lado suyo.

El hombre que me ame
Hará poesía con su vida
Construyendo cada dia
Con la mirada puesta en el futuro.

El amor de mi hombre
No le huirá a las cocinas
Ni a los pañales del hijo,
Será como un viento fresco
Elevándose entre nubes de sueño y de pasado
Las debilidades que, por siglos, nos mantuvieron separados
Como seres de distinta estatura.

El amor de mi hombre
No querrá rotularme y etiquetarme,
Me dará aire, espacio,
Alimento para crecer y ser mejor,
Como una revolución
Que hace cada día
Un comienzo de una nueva victoria.
Gioconda Belli (poeta nicaragüense)



FEMINISMO CON TODAS LAS MUJERES

Asumirnos como feministas merece aclarar que no estamos contra los hombres ni reclamamos privilegios para las mujeres. Vale la aclaración porque vulgarmente se entiende feminismo como contracara de machismo, y no es así.
El machismo es un sistema de opresión basado en el poder hegemónico de los varones que somete a las mujeres. Entonces se cree que el feminismo es pasar a que manden las mujeres. Y eso horroriza, tanto a unos como a otras que entonces, temerosas, se apuran a aclarar “yo no soy machista ni feminista”, como si eso fuera posible. Pero según creo no lo es… O estamos a favor del sometimiento de la mujer o de su liberación. No hay otra opción. Y la búsqueda de liberación es el feminismo.
El feminismo es una filosofía política y un movimiento social, una teoría y una práctica que articulamos las mujeres, en la lucha contra este sistema de opresión, violencia y discriminación.
Hablar con las mujeres y no “para” las mujeres, un feminismo popular que atraviese la sociedad es lo que algunas nos hemos propuesto, convencidas de que cada mujer que cambie la mirada, será multiplicadora y protagonista de su propia vida. Este es el verdadero desafío en la actualidad según nuestra experiencia.

Porque todas somos:
Esas mujeres violadas
Esas mujeres con hambre que mueren en el chaco
Esas mujeres víctimas de la violencia
Esas mujeres que desaparecen y mueren
Esas mujeres trabajadoras y piqueteras
Esas mujeres que estudian
Esas mujeres que mueren por abortos clandestinos
Esas mujeres secuestradas por las redes de trata para la prostitución
Esas profesionales que ejercen por salarios menores
Esas lesbianas que no pueden visibilizarse.
Y además somos feministas.

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