domingo, 27 de noviembre de 2011

El machismo está cebado. Mujer no organizada: mujer en peligro

Hoy amanecimos con otro femicidio múltiple en La Plata. Cuatro mujeres muertas en lo que sin dudas es otro crímen de odio hacia las mujeres que recuerda al asesino Barreda.
Ayer otro femicidio en Lincoln. A pocos días del asesinato de Tomás a manos de su padrastro,cumpliendo la amenaza a la mamá:"te voy a pegar donde más te duela"; Lincoln vuelve a sacudirse con otro mensaje machista:"si no me querés te mato y me mato" y el asesinato de María Cecilia Aguilar por negarse a vivir con su asesino.
En todos los casos el macho que no acepta un no por respuesta, y haciendose dueño de la vida de las mujeres, si éstas no aceptan resignadamente sus desiciones las destruye.
¡Cuantas muertes más hasta que aprendamos a identificar al causante de tanto desastre!¿Hasta cuando nos vamos a horrorizar por cada muerte mientras no hacemos nada por destruir el sistema que las produce?.
Entendamos que éstas muertes son producidas por un orden político, social y cultural que legitima relaciones de subordinación en las mujeres, avalando el derecho de propiedad (y por lo tanto de vida y muerte) de los varones sobre nosotras.
¿O acaso no existe relación entre éstos crímenes y los valores que enseñamos a las niñas como propios de su femineidad: como pasividad, sumisión, resignación, silencio,dependencia?¿No existe relación entre éstos hechos y el mensaje repetido de que una mujer no debe confiar en otra, que las otras mujeres son rivales, que lo que pasa en casa no se cuenta porque las otras locas te van a llenar la cabeza?
Parece que a las mujeres se nos enseña con sangre: el deseo de libertad se paga con la vida.
Este es nuevamente el mensaje que debemos desmantelar.
Tan simple y tan vital como defender nuestro derecho a vivir segun nuestras decisiones.
Respondamos a estos intentos de disciplinarnos del machismo patriarcal con mayor libertad, confianza entre mujeres y organización.
Basta de vernos como enemigas y respetar la regla del poder opresor que nos mantiene separadas, mientras caemos como moscas. Tenemos que reconocer en éstos hechos lo que encierran:un profundo deseo de dominación... y darle la única respuesta que puede terminarlos: no permitir más ningún trato que nos denigre aunque sea mínimo, porque ahí también está la semilla de la muerte.
No esperes el golpe para reconocer la violencia: si te menosprecian; si te hacen callar; si no te dejan salir; si te obligan a tener sexo; si te gritan; si te dicen obsenidades disfrasadas de piropos o chistes; si te obligan a tener hijos o a no tenerlos; si en el trabajo te pagan menos o te exigen más; si algún médico, jefe, pastor, profesor abusa de su lugar de poder para hacerte o decirte cosas que te humillan o te atemorizan; si no recibís educación sexual; si sos tratada como objeto y se te imponen modelos de belleza enfemantes... y siempre, siempre, siempre que te hagan sentir que por ser mujer sos inferior ya existe violencia.
Y contra la violencia y el odio machista respondamos con organización y liberación feminista. La lucha antipatriarcal también es una tarea de varones que no desean continuar con sus privilegios y nos consideran sus iguales. No permitamos más muertes sin luchar. No dejemos pasar ninguna manifestación de violencia sin denunciarla, unirnos y defendernos.
Seguramente seguirán apareciendo admiradores de Barreda que festejen las muertes de mujeres, pero la respuesta del resto de la sociedad (mujeres y varones) no puede seguir siendo la indiferencia, la resignación, el silencio y la tolerancia a éstas manifestaciónes.
El feminismo no mata, no viola, no abusa, no odia. El feminismo ha luchado y lucha por la libertad e igualdad de todas las personas. O lo que es lo mismo por acabar con los sistemas de dominación de unas personas sobre otras. Provocar la unión de las sometidas para crear una sociedad sin jerarquías. Para que nacer con un sexo determinado no implique un lugar social determinado. Pero ésta no es una tarea romántica y light. Existe un poderoso enemigo al que derrocar, el sistema de creencias que les da poder a unos sobre otras: el patriarcado.
Por eso identifiquemos la violencia machista y pongámosle fin. Siempre que te sientas humillada por ser mujer, es violencia y debés denunciarla. Contalo. Confiá en vos. Buscá la compañia de alguien confiable. El silencio es la trampa.
La ley nos protege, pero sólo si la usamos. Conocé y exigí la aplicación de la ley 26485 siempre.
FRENTE AL MACHISMO: BASTA DE RESIGNACIÓN, ES HORA DE REBELIÓN.

Mujeres por la Equidad de Género de General Pinto

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